domingo, 25 de diciembre de 2022

MENSAJE DE NAVIDAD 2022 “UN CATEQUISTA SIEMPRE DEBE VOLVER A LA PRIMERA MIRADA”

 Diócesis de San Cristóbal

Vicaría de Pastoral

SECRETARIADO DIOCESANO DE CATEQUESIS

VENEZUELA

 

MENSAJE DE NAVIDAD 2022

“UN CATEQUISTA SIEMPRE DEBE VOLVER A LA PRIMERA MIRADA”

 

A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO SANTO DE DIOS

EL EVANGELIO DE JESÚS EN LA IGLESIA DE SAN CRISTÓBAL

 

«ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor. Miren cómo lo reconocerán: …»

(Lc 2,12).

 

  1. Un saludo de Paz y Bien para la gran familia de catequistas al servicio de nuestra amada diócesis de San Cristóbal, extendida en todos los rincones de nuestra región, pero también a nuestra diócesis hermana en la Gran Sabana del Caroní. Nos encontramos celebrando los 100 años caminando juntos en Espíritu y Verdad de nuestra Diócesis, en el cual, manifestamos nuestro compromiso de renovación permanente, en el marco de nuestro III Sínodo Diocesano, reafirmando una vez más, la necesidad de ser reconocidos en y desde el amor (cf. Jn 13, 35).
  2. El nacimiento de Jesús, reivindica hoy más que nunca, nuestra identidad cristiana, la cual necesita resplandecer en un mundo en el que la división, indiferencia y ausencia de perdón, se abren camino para imponer nuevos deberes y derechos que transgreden la dignidad de la persona humana, proponiendo un disfraz de libertad e igualdad que está hiriendo cada vez más la conciencia de hijos de Dios, de humanidad, y fraternidad, logrando el único propósito que siempre ha tenido el mal: dividirnos y condenarnos a una vida en la que, si no servimos a los intereses de los poderosos, somos descartados, y nos desvalorizamos incluso como individuos.
  3. Para Dios, todos tenemos dignidad, y esto es necesario recordarlo, insistir, pero para ello, es importante profundizar en nuestra identidad cristiana, aquella en la cual, los valores del Reino de Dios se hacen presentes para brindarnos la nobleza que el Señor nos concedió desde la creación, y que, en muchas ocasiones, perdidos como el hijo pródigo, la hemos despilfarrado en un mundo que desorienta, que distorsiona, y pretende valorar las compras, los lujos y placeres, haciendo que se olvide el gozo del silencio, la gratitud del amor y el arte de compartir como hermanos el don de la vida que se nos ha dado (cf. Lc 15, 11-32).
  4. Navidad es recordar el amor tan grande que Dios nos tiene, amor por el cual envía a su propio Hijo para tomar nuestra carne humana y acompañarnos como hermano Mayor, de vuelta a la casa del Padre. La ternura de su nacimiento expresa la importancia que tiene en la historia de salvación, tanto así, que es el ángel quien pregona la gran alegría del Evangelio hecho hombre (cf. Lc 2, 8-14), los pastores nos muestran la actitud esperada por la humanidad para reconocer al Mesías y propagar su venida a través de lo que habían visto (cf. Lc 2, 15-20), además, la fragilidad de bebé en la que viene Jesús al mundo, nos enseña que la salvación no es algo que traen los poderosos, es un don que hasta los más frágiles pueden brindar a otros, siempre que se lleve el amor por el Señor en sus vidas.
  5. Sin embargo, parece ser que la humanidad está dañada en el amor, y esto causa fracturas en la fe y la esperanza. El gran cúmulo de guerras, abusos, asesinatos, y acciones en las que se deja ver cómo no importa el otro, solo importa lo que el más fuerte pueda imponer como ideología ante los más débiles, nos deja ver el deterioro tan grande que el mal ha sabido sembrar en el mundo, e incluso, en nuestras comunidades, propiciando el terrorismo del chisme, la envidia, el egoísmo, y todo aquello que el gran divisor sabe hacer muy bien. Hablemos entonces de cómo reconocer a Jesús, tomando estas breves ideas: luz, amor y fraternidad.
  6. Ante el caos actual en el mundo, es imperativo recordar que Jesús nace para iluminar con su luz al mundo (cf. Jn 8, 12), y nosotros estamos llamados a ser lámparas encendidas, para transmitir ese fuego a otros, a aquellos perdidos en la oscuridad del engaño y la vejación, ayudándoles a levantar su mirada y ver con claridad cómo el amor todo lo puede, todo lo vence, todo lo sana, todo lo supera, nunca acaba, y jamás morirá, porque el amor es Dios, y Él que es amor jamás se cansará de amarnos, pues el amor es lo único que no se cansa (cf. 1Cor 13, 4-7; Jer 31, 3).
  7. Jesús nace entonces para mostrarnos cómo se ama: perdonando, haciendo el bien, acompañando el dolor del otro, siendo para cada persona un espacio seguro de paz y bondad, en donde nuestra oración se une en armonía con todos, permitiendo que nos podamos ver tal cual somos, con honestidad y claridad, desde una mirada nueva, aquella que nos permite reconocer al otro como hermano, y nos ayuda a encontrarnos desde el respeto, pero también desde la caridad y fraternidad. Si no amamos a Aquel que es amor, no podremos amar.
  8. Profundizando un poco sobre la fraternidad, es necesario aclarar, cómo esa mirada nueva de la que se hizo mención, necesita ser la primera mirada, lejos de todo juicio y prejuicio, etiquetas y suposiciones, pues “la lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo fuere sincero, todo tu cuerpo estará lleno de luz” (Mt 6, 22). Pero, en muchas ocasiones nuestros ojos no tienen luz, están vacíos de amor, y vemos a las demás personas como una cartuchera, en la cual suponemos que su contenido es el mismo (lápices, borradores, colores, sacapuntas, y tal vez una regla). Con esa mirada, herimos y somos heridos, con esa mirada predispuesta, jamás habrá fraternidad, pues como dicen por ahí: “nadie da lo que no tiene”.
  9. Con todo esto, he pensado en muchas ocasiones: ¿Cómo llegó un ángel a convertirse en diablo? Pues bien, la palabra ángel viene del griego antiguo “ággelos” (άγγελος) que significa mensajero, y la palabra diablo viene también del griego “diábolos” (διάβολος) que es una palabra compuesta y nos habla de alguien que tira piedras, o arroja lo que sea para separar a través de… pues bien, el diablo entonces, en una conclusión muy sencilla y rudimentaria, dejó de portar el mensaje de Dios, para dedicarse a dividir, en otras palabras, el diablo se quedó sin amor, porque lo abandonó, y empezó a usar el chisme, como recurso para engañar y dañar a otros (cf. Gn 3, 1). “El chisme es peor que el covid” (P.P. Francisco), esta enfermedad ha asesinado personas, ha separado familias, ha aislado, ha asfixiado a muchas personas robándole el aliento; y el chisme hace lo mismo, nos roba el aliento de vida, el aire de la fe que nos permite vivir.
  10. Es por ello que cada año celebramos la Navidad, no para recordar algo que sucedió de manera histórica, sino para tener presente que Jesús vendrá nuevamente, y que, mientras esperamos su última venida, Él espera nacer en el corazón de cada persona que acepta su mensaje de amor. El Señor nos sigue dando ese voto de confianza a los catequistas de manera especial, pues nos corresponde una sagrada tarea: enseñar a amar, amando. Como decía el bueno de San Juan de la Cruz: “el alma que anda en amor, no cansa, ni se cansa”. Atrevámonos a catequizar en y desde el amor, asumiendo la primera mirada, en la que, sin juzgar, unimos, perdonamos, ayudamos y acompañamos, no solo a los más pequeños, sino también, incluso, a nuestros propios hermanos, pues sin hermano no hay salvación, ni vida cristiana.
  11. El aquí y el ahora nos impone una carga muy pesada, llena de la responsabilidad de evangelizar íntegramente, lejos de toda corrupción, y de todo aquello que haga pensar que la catequesis es un proceso escolar para salir de una tradición sacramental. Nuestro verdadero objetivo es iniciar nuevos y verdaderos cristianos. Que esta Navidad sea para acrecentar nuestro testimonio de vida, y que el gasto que verdaderamente hagamos, sea en caridad al prójimo. Oremos mis queridos hermanos y hermanas catequistas, pero también empecemos a unir nuestras parroquias en el amor, Cristo no quiere comunidades divididas. ¿Acaso Cristo está dividido? (1Cor 1, 10-17). Si Cristo está dividido, es porque nosotros mismos lo hemos dividido al maltratarnos, despreciarnos y descartarnos como hermanos.

Con mi bendición fraterna veamos siempre el nacimiento de Jesús como si fuese la primera vez, les deseo una:

 

¡FELIZ NAVIDAD 2022 Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2023 MIS HERMANOS CATEQUISTAS!!!

 

Oren también por mí.

 

Pbro. Juan Carlos Gómez Yanez

 Su hermano y servidor

 

Catequistas Delegados Vicariales de Catequesis

 

 

SAN CRISTÓBAL, 25 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2022. FIESTA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR.

 


domingo, 21 de agosto de 2022

FIESTA DE SAN PÍO X MENSAJE DEL DÍA DEL CATEQUISTA 2022

 

21 de agosto

FIESTA DE SAN PÍO X

PATRONO DEL CATEQUISTA

 

A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO SANTO DE DIOS

EL EVANGELIO DE JESÚS EN LA IGLESIA DE SAN CRISTÓBAL

 

MENSAJE DEL DÍA DEL CATEQUISTA 2022

«Catequista, tu misión es enseñar el camino de salvación»

 

1. Como siempre, quiero saludarles, deseándoles paz y bien en sus vidas, especialmente como catequistas de nuestra Iglesia local de San Cristóbal. Hoy Domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte, celebramos también la fiesta de nuestro santo patrono San Pío X, y junto a él, el día del catequista, encomendando nuestro compromiso de ser ministros de la iniciación cristiana, al servicio de nuestra Iglesia Diocesana, en el marco de la celebración de su primer centenario de vida evangelizadora en nuestras tierras tachirenses. Hoy quiero extenderles a todos un enorme y fraternal abrazo lleno de fe y esperanza, para que nuestras vidas sigan el camino de la salvación.

 

2. En este día tan especial, es imposible pasar por alto el mensaje del Evangelio (Cf. san Lucas 13, 22-30), el cual nos interpela con una pregunta que todo catequista debería poder responder: “¿es verdad que son pocos los que se salvan?”. Sin embargo, el Señor Jesús ya la ha respondido, al señalar que no se trata del número, sino del interés, el aceptar la corrección, y el saber que la salvación no es individual ni egoísta, es vida aquí y ahora, en la tierra, y luego plenitud junto a Dios, no por nuestros méritos personales, sino por el don que nos ha traído Jesucristo para que lo compartamos con los demás.

 

3. San Lucas, escribe este texto, porque ve que, en su comunidad, al igual que hoy, cómo son muchos los que participan de la eucaristía dominical y también de la caridad como obra social, pero sus vidas continúan igual, sin dejarse transformar por el Señor, sin vivir como Jesús. Se refiere a todos aquellos que dicen conocer a Cristo y su palabra, más desde el punto de vista intelectual, pero no se comprometen ni adhieren de corazón a ella. Son quienes dicen como en el evangelio: “Señor, hemos comido y bebido contigo”. Pero ¿de qué sirve eso? las palabras del Señor son duras: “no los conozco”. No se trata de un chantaje del Señor, sino de una invitación a evaluar con urgencia nuestra propia vida espiritual, porque no se puede vivir de ilusiones, creyendo que, por alabar a Dios, soy buen discípulo de Jesús, cuando en realidad no lo soy. En definitiva, muchos a pesar de conocer a Cristo no viven como Él, no viven como hombres y mujeres nuevos, no viven la salvación.

 

4. Sé que los tiempos cada vez son más difíciles, y que es necesario hoy más que nunca cuidarnos los unos a los otros, los sacerdotes a sus fieles, y los fieles a sus sacerdotes. Orar, acompañarnos, y no abandonarnos. Hoy más que nunca es urgente una catequesis que lleve a encontrarse con Jesús, con catequistas del más alto nivel, que se preocupen y ocupen de hacer de la catequesis la mejor experiencia de vida cristiana para aquellos que se inician en la fe. Pronto nos veremos en el Encuentro Diocesano de Catequistas el próximo sábado 24 de septiembre, les invito a reunirnos y manifestar nuestra fe como miembros de nuestra diócesis centenaria.

 

5. Para finalizar, quiero pedirles un gran favor, oremos los unos por los otros, oren por sus sacerdotes, por sus hermanos catequistas, por nuestros obispos, por la catequesis, oremos porque podamos mostrarles a otros la salvación. Decía San Pío X, sabiamente: “El que conociendo el mal no lo combate, es cómplice”, dejemos la complicidad de nuestro silencio, indiferencia, conformismo y comodidad, es necesario orar y actuar con viva fe. Y si les queda un pequeño espacio de tiempo, oren también por mí. Feliz día del catequista. Les bendigo hoy, mañana y siempre, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

 

 Los Delegados Vicariales

 

Pbro. Juan Carlos Gómez Yanez

Director del Secretariado Diocesano de Catequesis

Su hermano y compañero en Cristo Jesús

 

miércoles, 2 de marzo de 2022

MENSAJE DE CUARESMA 2022 «no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu». (Sal 50, 13)

 

DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL

VICARÍA DE PASTORAL

SECRETARIADO DIOCESANO DE CATEQUESIS

VENEZUELA

 

MENSAJE DE CUARESMA 2022

UNA MIRADA CON AMOR

 

A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO SANTO DE DIOS

EL EVANGELIO DE JESÚS EN LA IGLESIA DE SAN CRISTÓBAL

 

«no me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu santo espíritu». (Sal 50, 13)

 

1. Quiero hacerle llegar en este día, a todos los catequistas de nuestra Diócesis y del mundo, una mirada de paz… porque tal vez, es lo que nos falta para que el amor de Dios triunfe en este mundo, y su Reino se extienda por toda la tierra. Por tal motivo, mi saludo comienza con una mirada de amor y paz, puesta en todos los católicos, especialmente en los catequistas, quienes estamos llamados a reflejar, el rostro de Cristo en cada ser humano, que se acerca a nosotros buscando a Dios.

Es mi deseo hacer vivas las palabras del Apóstol Pablo: “…por medio de Jesucristo doy gracias a mi Dios por todos ustedes, pues en el mundo entero se habla bien de su fe” (Rm 1,8), pues a pesar de las adversidades, tentaciones, dificultades, y tropiezos de un número de catequistas, podemos decir también con esperanza, que los catequistas buenos somos más, y seguiremos creciendo en ello. Recordemos que la misión recibida, nos da también la fuerza y la valentía necesaria para ser dignos del ministerio que se nos ha encomendado.

 

PUESTA LA MIRADA EN DIOS

 

2. Hoy damos inicio al santo ejercicio de la Cuaresma, uno de los momentos más ricos del año, en que la Iglesia nos brinda muchas opciones para crecer en la fe. Las lecturas de este día, tienen como centro de su mensaje, la necesidad de tocar el corazón del hombre desde la reconciliación con Dios y sus hermanos, alejándose de toda hipocresía, apariencia y falsedad, para actuar realmente como mensajeros de Cristo (Cf. Jl 2, 12-18; Sal 50, 2Cor 5, 20 – 6,2).

 

3. Por su parte, el Evangelio, nos deja un detalle que siempre ha estado presente en toda la Sagrada Escritura, la mirada de Dios. El Señor, creador de todo el universo, y cuanto existe, nos ve, nos observa, nos mira… “y tu Padre que ve en lo secreto te lo recompensará” (Cf. Mt 6, 1-6. 16-18), y su mirada, siempre está llena de amor y misericordia, con la esperanza puesta en que nuestras acciones serán merecedoras de su recompensa.

 

4. Poner la mirada en Dios, significa, hacernos conscientes y reconocer que Dios nos observa en todo momento, y saber esto, me hace pensar en el siguiente pasaje de la Escritura: “Aquel, pues, que sabe hacer el bien y no lo hace, comete pecado” (Stgo 4, 17), más aun, ¿cómo será nuestro pecado cuando hacemos muchas cosas, entre ellas, el ejercicio de nuestro ministerio, de forma inadecuada, sabiendo que Dios nos ve? Atención, esto no significa que se hagan las cosas por coacción, de ser esto así, nuestras convicciones de vida cristiana están totalmente erradas, y nuestro anhelo de salvación es más por el interés en el Reino de Dios, que por verle cara a cara y disfrutar de su presencia.

 

5. Así pues, ¿si un catequista no ama a Dios, es decir, no busca su mirada en lo que vive a diario, entonces cómo podrá hablar de Aquel que es amor a los demás? ¿Cómo reflejar en tu rostro la mirada de un Dios al cual no miras en la oración, en el ayuno, en la penitencia, en las obras de caridad y misericordia, en tu diálogo con el prójimo, con los catequizandos, con tu familia? El salmista, suplica a Dios que no aparte su mirada, ni su Santo Espíritu de él. Pero tal vez, lo que no ha comprendido, es que ha sido él quien apartó su mirada de Dios (Cf. Sal 50).

 

6. Deseo vivamente, que esa mirada hacia Dios, sea siempre con el mismo “amor primero” del comienzo, con el cual, podemos transformar este mundo tan lleno de miradas de odio y desprecio (Cf. Ap 2, 4-5). El mundo ya tiene un rostro de guerra, aborto, indiferencia, injusticia, desprecio por la familia, y mucho más… necesita enamorarse de un rostro distinto, que refleje el amor que el Señor tiene por él, y ese reflejo lo tienes tú, y es necesario usarlo.

 

7. El Santo Padre, en su hermoso mensaje de Cuaresma 2022, nos invita a no desfallecer, a no cansarnos ni de orar, ni de hacer el bien, ni de sembrar para poder cosechar frutos buenos. Al leerlo, pensé en tantos catequistas que se encuentran cansados de todo, que esperan que sea otro quien les resuelva el buen ejercicio de su ministerio con un retiro, una charla, un taller, una guía de catequesis, y tantas otras cosas más. Sí tú eres ese catequista, te invito a levantarte, porque Jesús no escogió perezosos ni conformistas para su sagrado ministerio de catequesis, si te llamó a ser catequista, es porque vio en ti las maravillas que puedes hacer, la capacidad de levantarte, tomar tu cruz y seguirle (Cf. Mt 16, 24). El papa Francisco insiste en su mensaje cuaresmal: “No nos cansemos de extirpar el mal de nuestra vida”.


PUESTA LA MIRADA EN EL PRÓJIMO


8. Hoy más que nunca, el catequista necesita poner su mirada también en el prójimo (familia, párroco, hermanos catequistas, catequizandos, sus semejantes y más), con el fin de asumir su pertenencia y participación al cuerpo de la Iglesia cuya cabeza es Cristo, mostrando ese rostro de Dios, que ve en su vida personal, a todos los demás. La cuaresma no tendría sentido si en ella no buscamos ver a Cristo resucitado. Por ello, la práctica de estos cuarenta días, necesitan de nuevas y antiguas formas de vivir el ayuno, la oración y la limosna. Antiguas, porque son fruto de la experiencia de nuestra Madre Iglesia que lleva dos mil años de camino, y nuevas, porque podemos personalizarlas, cocreando formas siempre creativas y cercanas de vivir la misericordia.

 

9. El mundo de hoy, vive una guerra contra la vida… decía el buen San Francisco de Asís: “todos llevamos un soldado dentro de nosotros, dispuesto a salir en batalla en cualquier momento”, cambiemos ese soldado por el ser cristianos, hermanos, humanos… fraternos con los que sufren, y enseñando a amar y perdonar, pues el mundo necesita de los catequistas para aprender esta gran lección, así que no te canses de enseñar con tu vida, lo que predicas con tus palabras.

 

10. Agradeciéndoles el gran esfuerzo que como catequistas realizan en cada parroquia e instancia eclesial, y pidiéndoles oración por nuestro Obispo Monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, y nuestro Obispo Auxiliar Monseñor Juan Alberto Ayala, quienes se encuentran visitando nuestra Iglesia hermana del Caroní, en la búsqueda de llevar la misión a estas tierras lejanas, en donde también se necesita de nosotros los catequistas, les pido igualmente, que se comprometan a leerle este mensaje a tantos catequistas que no lo leerán. Por último, les brindo mi humilde bendición, esperando que ustedes también me bendigan desde todos los rincones de nuestra diócesis con sus oraciones. Que por intercesión de nuestro Santo Cristo de la Grita y por mediación de nuestra Señora de la Consolación, reciban la bendición: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.

 

QUE DIOS NOS CONCEDA A TODOS, UNA CUARESMA Y UNA SEMANA SANTA LLENA DE REFLEXIÓN, PARA QUE LA PASCUA TRAIGA CONSIGO LA RECONCILIACIÓN, EN UN MUNDO TAN NECESITADO DE PAZ.

¡FELICES PASCUAS!

 

Pbro. Juan Carlos Gómez Yanez

 Su hermano

 

SAN CRISTÓBAL, 02 DE MARZO DEL AÑO 2022. INICIO DE LA CUARESMA.