miércoles, 25 de diciembre de 2024

MENSAJE DE NAVIDAD 2024 “El encuentro siempre necesita amor para que sea real”

 Diócesis de San Cristóbal

Vicaría de Pastoral

Secretariado Diocesano de Catequesis

 

MENSAJE DE NAVIDAD 2024

“El encuentro siempre necesita amor para que sea real”

A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO SANTO DE DIOS

EL EVANGELIO DE JESÚS EN LA IGLESIA DE SAN CRISTÓBAL

 

«Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito»

(Lc 2,6-7).

 

1.     Queridos hermanos y hermanas, un saludo de paz y bien. Nos encontramos celebrando la Navidad, el nacimiento del Salvador, el que vendrá nuevamente para contagiarnos de su amor. Nuestra amada diócesis de San Cristóbal, extendida en todos los rincones de nuestra región tachirense, y más allá, hasta nuestra diócesis hermana en la Gran Sabana del Caroní, canta eternamente en esta navidad, la misericordia del Señor y sus maravillas entre nosotros, a través de nuestros catequistas llamados a ser discípulos misioneros, portadores del gran amor que Dios nos tiene (cf. Sal 95).

2.      Esta navidad, nos recuerda algo importante: que el sí de la Virgen María, la obediencia de San José, y el nacimiento de Jesús, nuestro salvador, tienen algo en común: la necesidad del encuentro con el otro, para contagiarlo de aquello que solo Dios puede ofrecer para saciar nuestros corazones: AMOR, un amor que se manifiesta en la compasión, el perdón, la caridad y la misericordia, la cual estamos llamados a vivir como cristianos y transmitir a los demás. Es así como el mundo debería poder encontrarse con Cristo a través de cada creyente, y de modo particular, en el catequista, quien recibe la gracia de comunicar, a través del ministerio recibido, al Dios de la vida con quien ya ha adquirido un encuentro personal; sin embargo, me preocupa y pienso mucho en tantos catequistas que no han tenido aun ese encuentro verdadero y personal con el Señor, y que por consecuencia, les lleva a ejercer su ministerio de formas que solo dañan la transmisión de una verdadera fe y de una catequesis del encuentro.

3.   La catequesis desde sus inicios, ha tenido “un tono misionero connatural” (Directorio para la Catequesis, 2020, n. 64), cuyo dinamismo, guía el camino de quien busca responder a Dios, que no se cansa de llamarnos ni de buscarnos. Es por esto, que el catequista, jamás debe desviar su mirada del verdadero y único fin de la catequesis: la iniciación a la vida cristiana. Si no somos capaces de formarlos para vivir como cristianos, de nada servirán tantos sacramentos recibidos, especialmente de primera comunión y confirmación. Nuestros templos seguirán estando ausentes de una juventud y multitud de fieles, que necesitan encontrar un camino mejor a lo que el mundo le ofrece.

4.   Por consiguiente, el Evangelio de hoy, de la NATIVIDAD DEL SEÑOR, nos lleva a meditar elementos importantes para cocrear una experiencia de comunión, conscientes de la responsabilidad que hemos recibido por el bautismo: anunciar la fe, con nuestra vida principalmente, y con nuestras palabras. Así, en el capítulo 2 del evangelista San Lucas, se nos narra como: «mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito» (2, 6-7). Este preciso extracto de la Palabra, deseo que lo podamos revisar en nuestras vidas, para ello, a continuación, vamos a desglosarlo.

5.    “Mientras se encontraban en Belén”. José y la Virgen, como ya sabemos, habían viajado para participar del primer censo, ordenado por el emperador romano César Augusto; José era descendiente de David, por lo que debía registrarse en Belén, la ciudad de David. Este pequeño pueblo, era un lugar de paso para los viajeros que recorrían los caminos que unían Siria y Egipto. Las laderas de las colinas circundantes de Belén y sus campos adyacentes proporcionaron tierras agrícolas fértiles para cosechar trigo y cebada (Cf. Rut 1,22; 2,1–3; y 4,11), lo que probablemente le dio al pueblo su nombre hebreo “Bet léjem”, que traduce “Casa de Pan”. La arquitectura de las casas y hospedajes, casi no permitían espacios privados, especialmente cuando se alojaban familias extensas o multigeneracionales. También era común que tales casas se construyeran cerca o sobre cuevas de piedra caliza natural, que podrían reutilizarse como alojamiento para los animales de la familia —ovejas, cabras o burros— tallando en las paredes de la gruta pequeños nichos para lámparas de aceite, y así proporcionar una luz interior tenue, junto a abrevaderos de piedra para dar de beber a los animales. Así era Belén, a grandes rasgos, un lugar pequeño y acosado para el nacimiento del AMOR, el que ni todo el universo puede contener.

6.    Esta breve descripción de Belén, aunque se queda corta, nos sirve de apoyo para comprender, no solo por qué José y María terminaron en un pesebre, “pues no había lugar para ellos en el mesón” (Lc 2,7), no había un lugar privado en el que la Virgen pudiera dar a luz al salvador del mundo. Como todo estaba repleto de viajeros, bullicio, complicaciones seguramente por el censo, comercio, en fin, la intimidad y belleza del nacimiento de la vida misma, pasaba desapercibida para todos. Belén pudo ser la antesala al mercado que encontró Jesús en el templo de Jerusalén. La cuestión aquí, es sí nuestras vidas están preparadas para brindarle ese lugar de exclusividad y atención para el Señor. Pues muchas veces, como cristianos, el privilegio de nuestro tiempo y atención, es entregado a todo, menos a una catequesis de encuentro personal que nos permita hallar el amor hecho persona, a quien presentamos en tantas ocasiones sin conocer, o teniéndole tan abandonado en el Sagrario, en los sacramentos, y en el prójimo.

7.     “Le llegó el tiempo de ser madre”. Para toda mujer, este momento es uno de los más hermosos de su vida, ser madre es sinónimo de dar vida, y especialmente para la Virgen María, debió ser muy especial, pues ya desde el inicio había respondido con amor a la propuesta hecha por el ángel: “Yo soy la esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho” (Lc 1, 38). Por fin había llegado la hora de dar cumplimiento a sus palabras, María estaba dispuesta a ser, en el buen sentido de la palabra, la esclava de su hijo, la servidora fiel. La esclavitud que confiesa María tiene un sentido positivo, pues se trata de ser esclava del Señor del Amor, que es liberador y humanizador.

8.    Por otra parte, cada día muchos cristianos viven inmersos en otro tipo de esclavitud, una que sí esclaviza, la del señorío del poder, del tener, o del placer… incluso como cristianos y catequistas, corremos el riesgo de vivir en la esclavitud de una catequesis vacía de Dios, corta y sin sabor a Cristo, sin conducir al amor verdadero. Todo esto lo logra aquel catequista que es esclavo dominado por la comodidad, el conformismo, y la indiferencia a la propuesta de la Iglesia de ser discípulos misioneros. Seamos como María, dispuestos a vivir la maternidad en el cuidado de la fe de quienes nos son encomendados en la catequesis para ser testimonio de servicio.

9.     “Y María dio a luz a su Hijo primogénito”. En la Sagrada Escritura, dar a luz es un acto sagrado de dar vida, si ya concebir un hijo en el vientre de una madre es algo sagrado, traerlo al mundo es igual. Es tan importante dar vida, y la Virgen María junto a su esposo San José lo sabían, por eso cambiaron todo bullicio por la elegancia de un pesebre en donde sí había un ambiente de respeto, silencio, intimidad, para que pudiera nacer EL AMOR hecho carne. Nosotros los cristianos, también estamos llamados a dar a luz a Cristo, en la oración, la vida sacramental, la práctica de la caridad; lamentablemente, muchos cristianos ni siquiera tienen esto presente, y aunque estén en el templo, lo que dan es oscuridad a nuestra Iglesia. No podemos ser portadores de tinieblas, y los catequistas menos. Necesario es reflexionar en el significado de un catequista que verdaderamente da luz y contagia a otros. La catequesis necesita salir de la oscuridad de una clase express y de elementos que no inician en la fe. El encuentro en la catequesis siempre necesita amor, para que sea real, para que sea luz.

10.   Por último, nuestra Iglesia de San Cristóbal, una vez más ha recibido la gracia del Señor de renovar en Espíritu y Verdad nuestro camino de fe. Esto lo hemos evidenciado al recibir un nuevo Pastor, Monseñor Lisandro Alirio Rivas Durán, necesario es que él conozca a sus ovejas, y entre ellas, a los catequistas buenos, de bien, dispuestos a comunicar la luz del encuentro con Cristo desde el testimonio del amor y la iniciación a la vida cristiana. Mis queridos hermanos, oremos por nuestros pastores. Que esta Navidad sirva para que los catequistas colaboremos en la hermosa tarea de la Santísima Virgen María: dar a luz al salvador en el Belén de nuestra Iglesia, siendo también partícipes de su maternidad con nuestro servicio fiel.

Con mi bendición fraterna les deseo una:

 

¡FELIZ NAVIDAD 2024 Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2025 A MIS HERMANOS CATEQUISTAS!!!

 

Oren también por mí.

 

Pbro. Juan Carlos Gómez Yanez
Su hermano y servidor 
Director del Secretariado

 

Catequistas Delegados Vicariales de Catequesis

 

 

SAN CRISTÓBAL, 25 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2024. FIESTA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR. INICIO DEL AÑO JUBILAR DE LA ESPERANZA.

 


miércoles, 21 de agosto de 2024

MENSAJE DEL DÍA DEL CATEQUISTA 2024 «La catequesis se renueva en el catequista que vive su fe»

 


21 de agosto

FIESTA DE SAN PÍO X

PATRONO DEL CATEQUISTA

 

A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO SANTO DE DIOS

EL EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN LA IGLESIA DE SAN CRISTÓBAL

 

MENSAJE DEL DÍA DEL CATEQUISTA 2024

«La catequesis se renueva en el catequista que vive su fe»

 

1. Deseo la mayor paz y bienestar en sus vidas, para que, como catequistas de nuestra Iglesia local de San Cristóbal, podamos ser verdaderos constructores de la paz y parte de la renovación de la vida de la Iglesia a partir de ese encuentro vivo y personal con Jesucristo, del cual ustedes y yo somos facilitadores y acompañantes. Hoy celebramos una vez más la fiesta de nuestro santo patrono San Pío X, y gracias a sus mayores esfuerzos y testimonio de vida, contamos con un ejemplo de lo que significa ser ministros de la iniciación a la vida cristiana al servicio de nuestra Iglesia Diocesana, que busca vivir cada día en clave sinodal, es decir, siendo participativa y creando espacios de participación para todos.

 

2. En este día tan especial, es imposible pasar por alto el mensaje del Evangelio de hoy (Cf. san Mateo 20, 1-16a), el cual nos presenta “a un propietario que salió a contratar obreros para trabajar en su viña” (v.1). a lo largo del texto, se observa cómo el dueño, quedó únicamente con los primeros que encontró muy de madrugada, en pagarles un denario por día. Con los demás que halló a lo largo del día, sólo los enviaba a trabajar, destacando que les pagaría lo justo, y a los últimos al caer la tarde, les interpeló por haberse quedado todo el día sin hacer nada, sin embargo, también los envió a trabajar.

 

3. Desde luego que ya todos conocen el desenlace: “el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros” (v.8). El asunto se complicó cuando los primeros en llegar a trabajar, recibieron la misma paga de un denario, al igual que los últimos, pensando que iban a obtener más, sacando las cuentas por la paga de los demás. En una interpretación muy breve, sencilla y personal, si me lo permiten, el propietario tuvo que intervenir para decirles que no estaba siendo injusto con ellos, sino generoso con los últimos, que a la larga se traduce en que: estos últimos, tendrán la motivación para servir mejor al día siguiente, pues todos los días hay trabajo en la viña del Señor.

 

3. El evangelista San Mateo, escribe este texto, porque observa en su comunidad de judíos convertidos al cristianismo, ese celo por lo justo, más como sinónimo de justicia, que por el verdadero significado enseñado por Jesucristo a través de la Sagrada Escritura. Si se da una mirada a todos los personajes considerados por la Biblia como justos, se podrá apreciar cómo todos compartían algo en común: se preocupaban por el bienestar del otro, ejemplo especial de ello, San José. Y este es el punto en el que nuestra catequesis necesita mantener una constante renovación, para que cada día se pueda ocupar de la mejor manera de acompañar la fe, de quienes se acercan a ser iniciados en la vida cristiana. Pero también de acompañarnos y servirnos como catequistas sin distinción de quiénes tienen más años o antigüedad en la catequesis. Pues un buen catequista, no se hace a base de diplomados, títulos o años de experiencia, un buen catequista se co-crea a partir de una experiencia íntima con Jesús y compartida de manera comunitaria y fraternal.

 

4. Hoy más que nunca, se hace necesario una catequesis con catequistas actuales, renovados, con consciencia de Iglesia, que actúen en comunión y no en división, buscando el bienestar de todos, como parte del cuerpo de Cristo (cf. Efesios 4, 15-16). Por tal motivo, las enseñanzas de San Pío X, siguen vigentes hoy, las cuales recuerdo de una homilía de quien fue Nuncio Apostólico y muy apreciado en nuestra región, el Cardenal Parolín, recordando al patrono de los catequistas en el mundo, expresaba: «tuvo un único y gran proyecto en su vida y en su ministerio: ‘hacer de Cristo el corazón del mundo’» (celebración eucarística del centenario del nacimiento del Pontífice y el 60º de su elevación a los altares). Para hacer ello posible, nuestra Iglesia Local y nuestros catequistas, necesitan amplitud de visión espiritual y pastoral, salir de la comodidad de un catecismo y de una clase, examenes, listas de asistencia… necesitamos como lo enseña nuestro Obispo, mirar hacia adelante, a una Iglesia servidora y testigo que promueva la vida cristiana, y no la recepción de un sacramento que muchas veces se recibe más por tradición y buenas costumbres, que por fe y convicción.

 

5. Pronto nos veremos en el Encuentro Diocesano de Catequistas el próximo sábado 28 de septiembre, les invito a reunirnos y manifestar nuestra fe como miembros de nuestra diócesis centenaria. Para finalizar, quiero recordarles un gran compromiso y necesidad, sigamos orando los unos por los otros, por la paz de Venezuela y el mundo, oren por sus sacerdotes, por sus hermanos catequistas, por nuestros obispos, por la catequesis, oremos porque podamos mostrarles a otros la salvación. Decía San Pío X, sabiamente: “El que conociendo el mal no lo combate, es cómplice”, es necesario orar y actuar con viva fe. Y si les queda un pequeño espacio de tiempo, oren también por mí. Feliz día del santo patrono de los catequistas. Les bendigo hoy, mañana y siempre, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

 

 

 

Pbro. Juan Carlos Gómez Yanez

Director del Secretariado Diocesano de Catequesis

Su hermano y compañero en Cristo Jesús


martes, 7 de mayo de 2024

Encuentro de los miembros del Consejo Diocesano de Pastoral 2024

 

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Y EL PLAN DIOCESANO DE PASTORAL 

Encuentro de los miembros del Consejo Diocesano de Pastoral 2024

 

El 6 de mayo en las instalaciones del Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino, se llevó a cabo la reunión del Consejo Pastoral Diocesano, con la presencia de Mons. Mario Moronta, su obispo auxiliar Mons. Juan Alberto Ayala, el Vicario de Pastoral Padre Luis Merchán, los directores, coordinadores y asesores de cada uno de los secretariados, incluyendo los recién creados como resultado del III Sínodo de la Diócesis de San Cristóbal.

Durante la reunión, los participantes analizaron el nuevo Plan Pastoral Diocesano para el quinquenio 2024-2029, que tiene como objetivo “renovar, según los criterios de la Iglesia, las parroquias de la Diócesis de San Cristóbal, de tal manera que, siendo una comunidad de comunidades y abriéndose a la participación de todos sus miembros, la misión evangelizadora de la Iglesia se cumpla en ellos con todas sus consecuencias”.

El Padre Luis Merchán explicó que el Plan también destaca áreas o centros ministeriales en cada parroquia y comunidad eclesial, como el de la “Palabra o Martiria, Comunión o Koinonía, Celebración o Liturgia, y Caridad o Diakonía”, con el propósito de integrar y dar forma a cada área como centro ministerial y misionero. Se presentó la estructura del Consejo Pastoral Diocesano y la estructura de los centros ministeriales y misioneros por área, así como las diferentes áreas de atención pastoral que deben abordarse.

También se informó sobre el proceso de promoción, difusión y formación de sacerdotes y laicos en la implementación del plan pastoral, el fortalecimiento de las Comunidades Eclesiales de Base, y la comprensión de los Estatutos Sinodales, a través del Instituto Diocesano de Pastoral Mons. Arias Blanco (IDIPAB) y la Universidad Católica del Táchira.

Los nuevos secretariados y servicios de apoyo

Mons. Mario Moronta anunció los secretariados recién establecidos como resultado del III Sínodo Diocesano y en los Estatutos Sinodales, en los que se destacan: Pastoral Educativa, secretariado Comunidades Eclesiales de Base, Música Litúrgica-Canto, Arte Sacro, el secretariado de la Casa Común, así como servicios de apoyo como IDIPAB, Oficina de Proyectos y la Oficina de Prensa de la Diócesis de San Cristóbal.

También se anunció que, en 2025, tendrá lugar la Gran Misión del Táchira en el marco del año jubilar de la Iglesia y la celebración de los 100 años del Seminario. (PrensaDiocesisSC)

Link de la Diócesis de San Cristóbal: https://diocesisdesancristobal.online/

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