miércoles, 25 de diciembre de 2024

MENSAJE DE NAVIDAD 2024 “El encuentro siempre necesita amor para que sea real”

 Diócesis de San Cristóbal

Vicaría de Pastoral

Secretariado Diocesano de Catequesis

 

MENSAJE DE NAVIDAD 2024

“El encuentro siempre necesita amor para que sea real”

A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO SANTO DE DIOS

EL EVANGELIO DE JESÚS EN LA IGLESIA DE SAN CRISTÓBAL

 

«Mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito»

(Lc 2,6-7).

 

1.     Queridos hermanos y hermanas, un saludo de paz y bien. Nos encontramos celebrando la Navidad, el nacimiento del Salvador, el que vendrá nuevamente para contagiarnos de su amor. Nuestra amada diócesis de San Cristóbal, extendida en todos los rincones de nuestra región tachirense, y más allá, hasta nuestra diócesis hermana en la Gran Sabana del Caroní, canta eternamente en esta navidad, la misericordia del Señor y sus maravillas entre nosotros, a través de nuestros catequistas llamados a ser discípulos misioneros, portadores del gran amor que Dios nos tiene (cf. Sal 95).

2.      Esta navidad, nos recuerda algo importante: que el sí de la Virgen María, la obediencia de San José, y el nacimiento de Jesús, nuestro salvador, tienen algo en común: la necesidad del encuentro con el otro, para contagiarlo de aquello que solo Dios puede ofrecer para saciar nuestros corazones: AMOR, un amor que se manifiesta en la compasión, el perdón, la caridad y la misericordia, la cual estamos llamados a vivir como cristianos y transmitir a los demás. Es así como el mundo debería poder encontrarse con Cristo a través de cada creyente, y de modo particular, en el catequista, quien recibe la gracia de comunicar, a través del ministerio recibido, al Dios de la vida con quien ya ha adquirido un encuentro personal; sin embargo, me preocupa y pienso mucho en tantos catequistas que no han tenido aun ese encuentro verdadero y personal con el Señor, y que por consecuencia, les lleva a ejercer su ministerio de formas que solo dañan la transmisión de una verdadera fe y de una catequesis del encuentro.

3.   La catequesis desde sus inicios, ha tenido “un tono misionero connatural” (Directorio para la Catequesis, 2020, n. 64), cuyo dinamismo, guía el camino de quien busca responder a Dios, que no se cansa de llamarnos ni de buscarnos. Es por esto, que el catequista, jamás debe desviar su mirada del verdadero y único fin de la catequesis: la iniciación a la vida cristiana. Si no somos capaces de formarlos para vivir como cristianos, de nada servirán tantos sacramentos recibidos, especialmente de primera comunión y confirmación. Nuestros templos seguirán estando ausentes de una juventud y multitud de fieles, que necesitan encontrar un camino mejor a lo que el mundo le ofrece.

4.   Por consiguiente, el Evangelio de hoy, de la NATIVIDAD DEL SEÑOR, nos lleva a meditar elementos importantes para cocrear una experiencia de comunión, conscientes de la responsabilidad que hemos recibido por el bautismo: anunciar la fe, con nuestra vida principalmente, y con nuestras palabras. Así, en el capítulo 2 del evangelista San Lucas, se nos narra como: «mientras se encontraban en Belén, le llegó el tiempo de ser madre; y María dio a luz a su Hijo primogénito» (2, 6-7). Este preciso extracto de la Palabra, deseo que lo podamos revisar en nuestras vidas, para ello, a continuación, vamos a desglosarlo.

5.    “Mientras se encontraban en Belén”. José y la Virgen, como ya sabemos, habían viajado para participar del primer censo, ordenado por el emperador romano César Augusto; José era descendiente de David, por lo que debía registrarse en Belén, la ciudad de David. Este pequeño pueblo, era un lugar de paso para los viajeros que recorrían los caminos que unían Siria y Egipto. Las laderas de las colinas circundantes de Belén y sus campos adyacentes proporcionaron tierras agrícolas fértiles para cosechar trigo y cebada (Cf. Rut 1,22; 2,1–3; y 4,11), lo que probablemente le dio al pueblo su nombre hebreo “Bet léjem”, que traduce “Casa de Pan”. La arquitectura de las casas y hospedajes, casi no permitían espacios privados, especialmente cuando se alojaban familias extensas o multigeneracionales. También era común que tales casas se construyeran cerca o sobre cuevas de piedra caliza natural, que podrían reutilizarse como alojamiento para los animales de la familia —ovejas, cabras o burros— tallando en las paredes de la gruta pequeños nichos para lámparas de aceite, y así proporcionar una luz interior tenue, junto a abrevaderos de piedra para dar de beber a los animales. Así era Belén, a grandes rasgos, un lugar pequeño y acosado para el nacimiento del AMOR, el que ni todo el universo puede contener.

6.    Esta breve descripción de Belén, aunque se queda corta, nos sirve de apoyo para comprender, no solo por qué José y María terminaron en un pesebre, “pues no había lugar para ellos en el mesón” (Lc 2,7), no había un lugar privado en el que la Virgen pudiera dar a luz al salvador del mundo. Como todo estaba repleto de viajeros, bullicio, complicaciones seguramente por el censo, comercio, en fin, la intimidad y belleza del nacimiento de la vida misma, pasaba desapercibida para todos. Belén pudo ser la antesala al mercado que encontró Jesús en el templo de Jerusalén. La cuestión aquí, es sí nuestras vidas están preparadas para brindarle ese lugar de exclusividad y atención para el Señor. Pues muchas veces, como cristianos, el privilegio de nuestro tiempo y atención, es entregado a todo, menos a una catequesis de encuentro personal que nos permita hallar el amor hecho persona, a quien presentamos en tantas ocasiones sin conocer, o teniéndole tan abandonado en el Sagrario, en los sacramentos, y en el prójimo.

7.     “Le llegó el tiempo de ser madre”. Para toda mujer, este momento es uno de los más hermosos de su vida, ser madre es sinónimo de dar vida, y especialmente para la Virgen María, debió ser muy especial, pues ya desde el inicio había respondido con amor a la propuesta hecha por el ángel: “Yo soy la esclava del Señor; que Dios haga conmigo como me has dicho” (Lc 1, 38). Por fin había llegado la hora de dar cumplimiento a sus palabras, María estaba dispuesta a ser, en el buen sentido de la palabra, la esclava de su hijo, la servidora fiel. La esclavitud que confiesa María tiene un sentido positivo, pues se trata de ser esclava del Señor del Amor, que es liberador y humanizador.

8.    Por otra parte, cada día muchos cristianos viven inmersos en otro tipo de esclavitud, una que sí esclaviza, la del señorío del poder, del tener, o del placer… incluso como cristianos y catequistas, corremos el riesgo de vivir en la esclavitud de una catequesis vacía de Dios, corta y sin sabor a Cristo, sin conducir al amor verdadero. Todo esto lo logra aquel catequista que es esclavo dominado por la comodidad, el conformismo, y la indiferencia a la propuesta de la Iglesia de ser discípulos misioneros. Seamos como María, dispuestos a vivir la maternidad en el cuidado de la fe de quienes nos son encomendados en la catequesis para ser testimonio de servicio.

9.     “Y María dio a luz a su Hijo primogénito”. En la Sagrada Escritura, dar a luz es un acto sagrado de dar vida, si ya concebir un hijo en el vientre de una madre es algo sagrado, traerlo al mundo es igual. Es tan importante dar vida, y la Virgen María junto a su esposo San José lo sabían, por eso cambiaron todo bullicio por la elegancia de un pesebre en donde sí había un ambiente de respeto, silencio, intimidad, para que pudiera nacer EL AMOR hecho carne. Nosotros los cristianos, también estamos llamados a dar a luz a Cristo, en la oración, la vida sacramental, la práctica de la caridad; lamentablemente, muchos cristianos ni siquiera tienen esto presente, y aunque estén en el templo, lo que dan es oscuridad a nuestra Iglesia. No podemos ser portadores de tinieblas, y los catequistas menos. Necesario es reflexionar en el significado de un catequista que verdaderamente da luz y contagia a otros. La catequesis necesita salir de la oscuridad de una clase express y de elementos que no inician en la fe. El encuentro en la catequesis siempre necesita amor, para que sea real, para que sea luz.

10.   Por último, nuestra Iglesia de San Cristóbal, una vez más ha recibido la gracia del Señor de renovar en Espíritu y Verdad nuestro camino de fe. Esto lo hemos evidenciado al recibir un nuevo Pastor, Monseñor Lisandro Alirio Rivas Durán, necesario es que él conozca a sus ovejas, y entre ellas, a los catequistas buenos, de bien, dispuestos a comunicar la luz del encuentro con Cristo desde el testimonio del amor y la iniciación a la vida cristiana. Mis queridos hermanos, oremos por nuestros pastores. Que esta Navidad sirva para que los catequistas colaboremos en la hermosa tarea de la Santísima Virgen María: dar a luz al salvador en el Belén de nuestra Iglesia, siendo también partícipes de su maternidad con nuestro servicio fiel.

Con mi bendición fraterna les deseo una:

 

¡FELIZ NAVIDAD 2024 Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2025 A MIS HERMANOS CATEQUISTAS!!!

 

Oren también por mí.

 

Pbro. Juan Carlos Gómez Yanez
Su hermano y servidor 
Director del Secretariado

 

Catequistas Delegados Vicariales de Catequesis

 

 

SAN CRISTÓBAL, 25 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2024. FIESTA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR. INICIO DEL AÑO JUBILAR DE LA ESPERANZA.

 


miércoles, 21 de agosto de 2024

MENSAJE DEL DÍA DEL CATEQUISTA 2024 «La catequesis se renueva en el catequista que vive su fe»

 


21 de agosto

FIESTA DE SAN PÍO X

PATRONO DEL CATEQUISTA

 

A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO SANTO DE DIOS

EL EVANGELIO DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN LA IGLESIA DE SAN CRISTÓBAL

 

MENSAJE DEL DÍA DEL CATEQUISTA 2024

«La catequesis se renueva en el catequista que vive su fe»

 

1. Deseo la mayor paz y bienestar en sus vidas, para que, como catequistas de nuestra Iglesia local de San Cristóbal, podamos ser verdaderos constructores de la paz y parte de la renovación de la vida de la Iglesia a partir de ese encuentro vivo y personal con Jesucristo, del cual ustedes y yo somos facilitadores y acompañantes. Hoy celebramos una vez más la fiesta de nuestro santo patrono San Pío X, y gracias a sus mayores esfuerzos y testimonio de vida, contamos con un ejemplo de lo que significa ser ministros de la iniciación a la vida cristiana al servicio de nuestra Iglesia Diocesana, que busca vivir cada día en clave sinodal, es decir, siendo participativa y creando espacios de participación para todos.

 

2. En este día tan especial, es imposible pasar por alto el mensaje del Evangelio de hoy (Cf. san Mateo 20, 1-16a), el cual nos presenta “a un propietario que salió a contratar obreros para trabajar en su viña” (v.1). a lo largo del texto, se observa cómo el dueño, quedó únicamente con los primeros que encontró muy de madrugada, en pagarles un denario por día. Con los demás que halló a lo largo del día, sólo los enviaba a trabajar, destacando que les pagaría lo justo, y a los últimos al caer la tarde, les interpeló por haberse quedado todo el día sin hacer nada, sin embargo, también los envió a trabajar.

 

3. Desde luego que ya todos conocen el desenlace: “el propietario llamó a su mayordomo y le dijo: Llama a los obreros y págales el jornal, comenzando por los últimos y terminando por los primeros” (v.8). El asunto se complicó cuando los primeros en llegar a trabajar, recibieron la misma paga de un denario, al igual que los últimos, pensando que iban a obtener más, sacando las cuentas por la paga de los demás. En una interpretación muy breve, sencilla y personal, si me lo permiten, el propietario tuvo que intervenir para decirles que no estaba siendo injusto con ellos, sino generoso con los últimos, que a la larga se traduce en que: estos últimos, tendrán la motivación para servir mejor al día siguiente, pues todos los días hay trabajo en la viña del Señor.

 

3. El evangelista San Mateo, escribe este texto, porque observa en su comunidad de judíos convertidos al cristianismo, ese celo por lo justo, más como sinónimo de justicia, que por el verdadero significado enseñado por Jesucristo a través de la Sagrada Escritura. Si se da una mirada a todos los personajes considerados por la Biblia como justos, se podrá apreciar cómo todos compartían algo en común: se preocupaban por el bienestar del otro, ejemplo especial de ello, San José. Y este es el punto en el que nuestra catequesis necesita mantener una constante renovación, para que cada día se pueda ocupar de la mejor manera de acompañar la fe, de quienes se acercan a ser iniciados en la vida cristiana. Pero también de acompañarnos y servirnos como catequistas sin distinción de quiénes tienen más años o antigüedad en la catequesis. Pues un buen catequista, no se hace a base de diplomados, títulos o años de experiencia, un buen catequista se co-crea a partir de una experiencia íntima con Jesús y compartida de manera comunitaria y fraternal.

 

4. Hoy más que nunca, se hace necesario una catequesis con catequistas actuales, renovados, con consciencia de Iglesia, que actúen en comunión y no en división, buscando el bienestar de todos, como parte del cuerpo de Cristo (cf. Efesios 4, 15-16). Por tal motivo, las enseñanzas de San Pío X, siguen vigentes hoy, las cuales recuerdo de una homilía de quien fue Nuncio Apostólico y muy apreciado en nuestra región, el Cardenal Parolín, recordando al patrono de los catequistas en el mundo, expresaba: «tuvo un único y gran proyecto en su vida y en su ministerio: ‘hacer de Cristo el corazón del mundo’» (celebración eucarística del centenario del nacimiento del Pontífice y el 60º de su elevación a los altares). Para hacer ello posible, nuestra Iglesia Local y nuestros catequistas, necesitan amplitud de visión espiritual y pastoral, salir de la comodidad de un catecismo y de una clase, examenes, listas de asistencia… necesitamos como lo enseña nuestro Obispo, mirar hacia adelante, a una Iglesia servidora y testigo que promueva la vida cristiana, y no la recepción de un sacramento que muchas veces se recibe más por tradición y buenas costumbres, que por fe y convicción.

 

5. Pronto nos veremos en el Encuentro Diocesano de Catequistas el próximo sábado 28 de septiembre, les invito a reunirnos y manifestar nuestra fe como miembros de nuestra diócesis centenaria. Para finalizar, quiero recordarles un gran compromiso y necesidad, sigamos orando los unos por los otros, por la paz de Venezuela y el mundo, oren por sus sacerdotes, por sus hermanos catequistas, por nuestros obispos, por la catequesis, oremos porque podamos mostrarles a otros la salvación. Decía San Pío X, sabiamente: “El que conociendo el mal no lo combate, es cómplice”, es necesario orar y actuar con viva fe. Y si les queda un pequeño espacio de tiempo, oren también por mí. Feliz día del santo patrono de los catequistas. Les bendigo hoy, mañana y siempre, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

 

 

 

Pbro. Juan Carlos Gómez Yanez

Director del Secretariado Diocesano de Catequesis

Su hermano y compañero en Cristo Jesús


martes, 7 de mayo de 2024

Encuentro de los miembros del Consejo Diocesano de Pastoral 2024

 

DESCARGA AL FINAL LOS ESTATUTOS SINODALES 
Y EL PLAN DIOCESANO DE PASTORAL 

Encuentro de los miembros del Consejo Diocesano de Pastoral 2024

 

El 6 de mayo en las instalaciones del Seminario Diocesano Santo Tomás de Aquino, se llevó a cabo la reunión del Consejo Pastoral Diocesano, con la presencia de Mons. Mario Moronta, su obispo auxiliar Mons. Juan Alberto Ayala, el Vicario de Pastoral Padre Luis Merchán, los directores, coordinadores y asesores de cada uno de los secretariados, incluyendo los recién creados como resultado del III Sínodo de la Diócesis de San Cristóbal.

Durante la reunión, los participantes analizaron el nuevo Plan Pastoral Diocesano para el quinquenio 2024-2029, que tiene como objetivo “renovar, según los criterios de la Iglesia, las parroquias de la Diócesis de San Cristóbal, de tal manera que, siendo una comunidad de comunidades y abriéndose a la participación de todos sus miembros, la misión evangelizadora de la Iglesia se cumpla en ellos con todas sus consecuencias”.

El Padre Luis Merchán explicó que el Plan también destaca áreas o centros ministeriales en cada parroquia y comunidad eclesial, como el de la “Palabra o Martiria, Comunión o Koinonía, Celebración o Liturgia, y Caridad o Diakonía”, con el propósito de integrar y dar forma a cada área como centro ministerial y misionero. Se presentó la estructura del Consejo Pastoral Diocesano y la estructura de los centros ministeriales y misioneros por área, así como las diferentes áreas de atención pastoral que deben abordarse.

También se informó sobre el proceso de promoción, difusión y formación de sacerdotes y laicos en la implementación del plan pastoral, el fortalecimiento de las Comunidades Eclesiales de Base, y la comprensión de los Estatutos Sinodales, a través del Instituto Diocesano de Pastoral Mons. Arias Blanco (IDIPAB) y la Universidad Católica del Táchira.

Los nuevos secretariados y servicios de apoyo

Mons. Mario Moronta anunció los secretariados recién establecidos como resultado del III Sínodo Diocesano y en los Estatutos Sinodales, en los que se destacan: Pastoral Educativa, secretariado Comunidades Eclesiales de Base, Música Litúrgica-Canto, Arte Sacro, el secretariado de la Casa Común, así como servicios de apoyo como IDIPAB, Oficina de Proyectos y la Oficina de Prensa de la Diócesis de San Cristóbal.

También se anunció que, en 2025, tendrá lugar la Gran Misión del Táchira en el marco del año jubilar de la Iglesia y la celebración de los 100 años del Seminario. (PrensaDiocesisSC)

Link de la Diócesis de San Cristóbal: https://diocesisdesancristobal.online/

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DESCARGAR PLAN DIOCESANO DE PASTORAL PARROQUIA PARTICIPATIVA COMUNIDAD DE COMUNIDADES:


lunes, 25 de diciembre de 2023

MENSAJE DE NAVIDAD 2023 “Los problemas de este mundo son una ausencia total de amor, y los de nuestra catequesis también”

Diócesis de San Cristóbal

Vicaría de Pastoral

Secretariado Diocesano de Catequesis

 

MENSAJE DE NAVIDAD 2023

“Los problemas de este mundo son una ausencia total de amor, y los de nuestra catequesis también”

A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO SANTO DE DIOS

EL EVANGELIO DE JESÚS EN LA IGLESIA DE SAN CRISTÓBAL

 

«y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales... Se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz…»

(Lc 2,7.9).

 

1.      Quiero iniciar este mensaje, señalando, que no puedo dejar de brindarles un saludo de paz y bien, porque si el catequista posee paz y bondad en su corazón y en su vida, entonces lo tiene todo, y la comunidad a la que pertenece, tiene un gran regalo de Dios en su entorno. Anhelo que este saludo inunde a cada catequista, de la valiosa convicción de que nuestra catequesis nos sigue necesitando: más maduros, con mayor fe y convicción por lo que hacemos, y fieles al compromiso de iniciar verdaderamente a otros en la vida cristiana. Si todos asumimos esto, nuestra amada diócesis de San Cristóbal, extendida en todos los rincones de nuestra región tachirense, pero también expandida a nuestra diócesis hermana en la Gran Sabana del Caroní, se verá resplandeciente por la fe de un pueblo que tiene catequistas que le acompañan y fortalecen día a día (cf. Sal 46, 1-2).

2.      En la actualidad, vivimos en medio de tantas situaciones difíciles, que ponen en peligro uno de los tesoros más sagrados que la Iglesia resguarda y que, por ende, nosotros estamos llamados a resguardar, hablo de la familia. Tanto las guerras, como el aborto, eutanasia, ideología de género, migraciones forzadas, tráfico de personas, y todo un abanico de elementos divisorios y amenazantes, no se cansan de buscar la manera de destruirla. En esta realidad tan presente globalmente, parece ser que el mundo posee una experiencia amplia de todo, menos de fe, del encuentro con el Señor que es amor. Ante esta somera realidad, se necesita tomar consciencia que la Iglesia del mañana está en la catequesis de hoy.

3.      La catequesis pone las bases de la Iglesia del futuro, y cada catequizando (nuevo cristiano), será hecho a la medida en que haya sido su catequesis (Directorio General para la Catequesis, 1997, n.69). Una buena catequesis forma buenos cristianos, mejores ciudadanos y excelentes humanos, además, no puede haber creyentes sin catequesis. A partir de allí, me surge la siguiente pregunta: ¿cómo tener un mundo más humano y más hermano, si en la catequesis corremos el riesgo atrevidamente de no enseñarlo? Ciertamente la doctrina es necesaria, pero la memoria no lo es todo en la experiencia de la fe; es el desarrollo integral entre el “ser, saber estar con, del saber y del saber hacer” (Directorio para la Catequesis, 2020, n. 425) permite que un cristiano viva más como JESÚS.

4.      Así mismo, es necesario meditar el Evangelio de hoy de la NATIVIDAD DEL SEÑOR, del cual quiero que pongamos nuestra atención tanto en el versículo 7, como el 9, pues el texto sagrado indica que el Hijo de Dios fue envuelto en pañales por la Santísima Virgen María, y los pastores que pasaban la noche en el campo cuidando sus ovejas, también se vieron envueltos en la luz de Dios. Qué intercambio más disparejo, pero a la vez tan significativo. Envolver al niño en pañales, significa el cuidado, la responsabilidad, la atención que María y José asumen con el Hijo del Dios altísimo.

5.      Los pastores por su parte, nos dice el texto que se les presentó el Ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió en su luz, esto representa a su vez, el cuidado que Dios sigue asumiendo con cada uno de nosotros, de no rendirse ni abandonarnos, sino de seguir haciendo hasta lo imposible y mucho más por amor. Los catequistas estamos para envolver a cada catequizando en la luz de Dios, cuidar su fe y acompañarle en dicho crecimiento, buscando que sea siempre real y verdadero, no solo para sí, sino también para su familia. Al mismo tiempo, tenemos la responsabilidad sagrada como ministros de catequesis, de envolver al mismo Dios con nuestra experiencia de fe, cuidando que jamás se pierda, ni se detenga en su crecimiento. Si un catequista deja de crecer en la fe, si no la vive, entonces ¿para qué es catequista?

6.      Para responder la anterior pregunta, se necesita tener muy presente, que cada mensaje de la Iglesia, como este, son una meditación, una llamada a la atención y a la conversión, es para contemplar el milagro del amor de Dios sobre nuestras miserias, y también para tomar consciencia sobre esas malandanzas que no solo afectan nuestro ministerio, sino también a nuestra Iglesia. Necesario es recordar que, existir sin razón es lo mismo que estar muerto… si nuestra verdadera razón de ser catequistas está muerta en la catequesis, entonces estamos asesinando a la Santa Madre Iglesia, y no estoy exagerando, y tú como catequista, deberías tomarte muy en serio estas palabras. No puedo pedirles perdón si este mensaje puede percibirse duro, porque de no hacerlo, nuestra Iglesia seguirá sufriendo, y entonces a ella es a quien le debo pedir perdón si callo.

7.      Al respecto, ya que se ha hablado de la experiencia de fe, necesario es puntualizar lo siguiente: lo primero es que la fe no se puede silenciar, y esto significa que no puedes pretender vivirla solamente en el espacio del templo, necesitas llevarla contigo para envolver e iluminar cada situación de tu vida y la de quienes te acompañan en todo momento; la fe necesita ser profundizada, tanto en el conocimiento, como en la práctica, y para practicarla, se requiere virtudes como: generosidad, solidaridad, fraternidad, servicio, disposición, amor; la fe también necesita ser evaluada, esto ayudará a interpretar mejor nuestra realidad, de no evaluar la fe que tenemos, corremos el peligro de mentirnos, creyendo que tenemos una fe que posiblemente no existe, o no es la propiamente cristiana; y por último, en este apartado, la fe necesita ser vivida como Jesús, recordemos que de nada sirve saber más de Jesús si no lo vamos a vivir.

8.      Toda esta reflexión nos lleva a un mensaje de consciencia que necesitamos afrontar: el mea culpa por dejar espacios para la corrupción en nuestra Iglesia. La fe y el pecado no son compatibles, eso necesitamos asumirlo desde la vivencia de la verdad, absteniéndonos de lo meramente sacramentalista dentro de la catequesis, y específicamente de la mentira de celebraciones vacías de iniciación cristiana. Los catequistas que actúan así, necesitan saber que están pecando gravemente, que están condenando a otros a vivir sin Cristo y condenándose en el proceso. Los catequistas en vez de ayudar a salvar, podemos ser parte de la condenación de este mundo, y eso es nuestra responsabilidad, o lo tomamos en serio, o entreguemos la catequesis a quien de verdad quiera servir a Cristo sin pretensiones banales y superficiales.

9.      La Iglesia necesita confiar en nosotros, no la defraudemos. A nosotros nos corresponde una sagrada tarea: enseñar, principalmente con el testimonio de vida, saber hacerle compañía a nuestros catequizandos con el deseo de encontrarse verdaderamente con Jesús, regalándole el valor del silencio y luego el de la palabra, y entablando con cada uno un compromiso: compartir la esperanza por medio de la fe y la caridad. Sin esto, el antitestimonio seguirá siendo el pan de cada día, las catequesis express de pocos meses de supuesta preparación cristiana, y la nulidad del encuentro con Dios, continuarán existiendo en nuestras parroquias y colegios, porque la corrupción la ponemos nosotros mismos, y lo peor es que no lo vemos como pecado. ¿Para qué servirle a una Iglesia que traiciono con mi servicio? No nos hace diferentes al propio Judas Iscariote. Y si tu sacerdote forma parte de esto, corrígelo, porque la condenación también es colectiva.

10.   Es por ello que, en este momento actual, nuestra responsabilidad y compromiso es cada vez mayor, de nada sirve ser catequista, tener un ministerio, hacer un diplomado de formación, servir en la parroquia, si todo lo que hacemos no ayuda en la salvación de las almas. Mis queridos hermanos, deseo tanto que este mensaje tenga la fuerza necesaria para poder lograr la renovación que tanto necesita nuestra Iglesia de San Cristóbal, pues las normas están hechas, depende de nosotros el cumplirlas. Que esta Navidad sirva para que los catequistas colaboremos en la hermosa tarea de la Santísima Virgen María: envolver al salvador con nuestra experiencia de fe, pero también envolver al mundo con el amor de Dios.

Con mi bendición fraterna les deseo una:

 

¡FELIZ NAVIDAD 2023 Y PRÓSPERO AÑO NUEVO 2024 A MIS HERMANOS CATEQUISTAS!!!

 

Oren también por mí.

 

Pbro. Juan Carlos Gómez Yanez

 Su hermano y servidor

Director del Secretariado

 

Catequistas Delegados Vicariales de Catequesis

 

 

SAN CRISTÓBAL, 25 DE DICIEMBRE DEL AÑO 2023. FIESTA DE LA NATIVIDAD DEL SEÑOR.

 


miércoles, 22 de febrero de 2023

MENSAJE DE CUARESMA 2023 LA VERDADERA CARIDAD NACE DEL PERDÓN «Déjense reconciliar con Dios». (2Co 5, 20)

 

DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL

VICARÍA DE PASTORAL

SECRETARIADO DIOCESANO DE CATEQUESIS

VENEZUELA

 

MENSAJE DE CUARESMA 2023

LA VERDADERA CARIDAD NACE DEL PERDÓN

 

A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO SANTO DE DIOS

EL EVANGELIO DE JESÚS EN LA IGLESIA DE SAN CRISTÓBAL

 

«Déjense reconciliar con Dios». (2Co 5, 20)

 

1. Un saludo de paz y bienestar para todos nuestros catequistas, deseando que cada día la Gracia, la compasión y misericordia de Dios acompañe nuestras vidas, y nos conduzca a su Reino, permitiéndonos a su vez, acompañar a otros en el camino de salvación y santidad en la vida cristiana. Retomamos como cada año, el sagrado tiempo litúrgico de la Cuaresma, vía de reflexión, arrepentimiento y conversión, que nos conduce a la Pascua del Señor. Es por ello que, como cada año, deseo meditar en unas breves líneas, la gran necesidad de ser testigos, catecismos vivos para todo aquel que se encuentre a nuestro alrededor, de lo contrario, corremos el riesgo de ser campanas brillantes que no suenan, y estaríamos echando en saco roto el don y ministerio tan alto y sagrado que Dios nos ha concedido sin merecerlo, pues la catequesis es uno de los frutos más hermosos en nuestra Iglesia.

 

Dejarse, significa: soltar.

 

2. La Palabra de Dios que escucharemos en este día, nos invita a revisarnos, pero para cambiar y mejorar de verdad. En la primera Lectura del libro de Joel y el Salmo, la exhortación del Profeta es asumir la conversión más allá de una necesidad, de corazón, con un estilo de vida que demuestre que jamás volveremos a optar por el pecado y la ofensa a Aquel que es AMOR. (Cf. Joel 2, 12-18; Sal 50, 3-6a. 12-14. 17). Bien lo afirma San Francisco de Asís en uno de sus escritos: “el Amor no es amado”, y esto lo afirma de Dios, al confrontar el estado del mundo y su relación con Dios en aquello años del siglo XIII. Ahora preguntémonos: ¿Qué sentiría aquél seráfico fraile si viviera en el siglo XXI? Ocho siglos después, y Dios sigue sin ser amado, sin ser buscado, ni mucho menos conocido, de manera especial, por quienes se suponen somos sus discípulos.

 

3. Por su parte, el apóstol San Pablo, en la segunda Lectura, no cesa de invitar a “dejarse reconciliar con Dios” (Cf. Cor. 5, 20; 6, 2), y es que esta expresión está sutilmente escrita para recordarnos que el perdón es un acto de libertad que el ser humano elige asumir, y el odio, el rencor, la cizaña, envidia, y tantos, pero tantos pecados y debilidades, son un apego que no queremos soltar, sino que nos aferramos, para protegernos falsamente de heridas que siempre habrán, porque solo aquel que está dispuesto a amar, acepta las heridas, y al aceptarlas, ya las está sanando, y en el proceso está enseñando con su testimonio a otros, cómo es que se ama de verdad, a ejemplo de Jesús.

 

4. El Evangelio de hoy, es uno de los textos que jamás terminaremos de reflexionar, porque, aunque la invitación siempre es la misma: hacer ayuno, oración y limosna (Cf. Mateo, 6, 1-6. 16-18), dicha exhortación se actualiza cada día en nuevas maneras de vivirlo. ¿Qué tal si hoy ayunamos de comentarios y críticas, ofreciendo nuestro silencio por la salvación de otros? ¿Por qué no orar mentalmente mientras laboramos? ¿Qué les parece si nuestro mayor acto de limosna o caridad hoy sea perdonar? Cada gesto de pecado, es la radiografía de un corazón que aún no ha terminado de perdonar, un corazón con secuelas de odio, rencor, resentimiento. Revisemos hoy: ¿Qué o a quién me falta por perdonar en mi vida? Y seamos muy serios en nuestra reflexión personal.

 

Reconciliar es unirse a Cristo.

5. San Pablo, en una de sus cartas, nos recuerda algo importantísimo, y que debiera ser difícil de olvidar ante cualquier situación: “ustedes son de Cristo” (1Cor. 3,23). En otras palabras, si ser de Cristo es tan valioso para nosotros, nada en el mundo nos hará perder la paz, y si algo logra hacerlo, no habrá demora para reconciliarme con Dios, por una razón fundamental, Cristo no demoró su bienestar aquí en la tierra, lo entregó todo por nosotros. Sí eso no es suficiente para revisar, evaluar y abandonar todo lo que te divide y separa de Cristo, y de tus hermanos, entonces Cristo seguirá crucificado, suplicando al Padre por un perdón que no buscas alcanzar, y eso es muy triste en la vida de un cristiano.

 

6. Por último, quiero que oremos y pongamos lo mejor de nosotros en nuestras parroquias, especialmente en la catequesis, en nuestro trato a los demás, seamos maravillosos ejemplos de Cristo en el mundo, oremos también por nuestro Obispo Monseñor Mario del Valle Moronta Rodríguez, y nuestro Obispo Auxiliar Monseñor Juan Alberto Ayala, les renuevo hoy y siempre el compromiso de vivir unidos como una sola Iglesia, cuerpo de Cristo, y les brindo mi humilde bendición, esperando que ustedes también me bendigan desde todos los rincones de nuestra diócesis con sus oraciones. Que por intercesión de nuestro Santo Cristo de la Grita y por mediación de nuestra Señora de la Consolación, reciban la bendición: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo, Amén.

 

QUE DIOS NOS CONCEDA A TODOS UNA CUARESMA Y UNA SEMANA SANTA LLENA DE ACTITUDES QUE GENEREN UNA PASCUA VIVA Y EFICAZ EN NUESTRO PAÍS VENEZUELA.

¡FELICES PASCUAS!

 

Pbro. Juan Carlos Gómez Yanez

 Su hermano

 

SAN CRISTÓBAL, 22 DE FEBRERO DEL AÑO 2023. INICIO DE LA CUARESMA