SALUD Y BENDICIONES MIS HERMANOS CATEQUISTAS, COMENZAMOS EL AÑO DE LA FE CON LA SABIDURÍA, EL PRIMERO DE LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO QUE DEBEMOS BUSCAR PARA SER BUENOS DISPENSADORES DE LOS MISTERIOS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. ESTE DOMINGO LA PALABRA DEL SEÑOR VA A HABLAR DE NUESTRA FE, LA CUAL SE DEBE LLENAR DE LA SABIDURÍA DE DIOS PARA PODER DAR LUZ PARA SÍ Y PARA LOS DEMAS. LA LÁMPARA REPRESENTA NUESTRO CUERPO, NUESTRA VIDA, NUESTRO SER, SERÁ OSCURA, VACÍA, SECA Y HUECA SI NO SE LLENA DE ACEITE PARA QUE PUEDA SER ENCENDIDA. ADEMÁS, NO BASTA SÓLO CON LLENARLA DE ACEITE, QUE ES LA SABIDURÍA, ES NECESARIO QUE SE TENGA ACEITE DE MÁS PARA QUE NUNCA SE NOS AGOTE, NUNCA NOS FALTE Y NUESTRO MAESTRO NUNCA NOS SORPRENDA VACÍOS CUANDO VENGA A INVITARNOS A SU GRAN BANQUETE, EL CUAL PODEMOS DISFRUTAR DESDE YA EN CADA EUCARISTÍA. HERMANOS, LA FE SE ALIMENTA CON LA SABIDURÍA DE LA PALABRA DE DIOS, PERO SE MANTIENE Y FORTALECE EN LA CONFESIÓN Y LA COMUNIÓN, QUE USTEDES Y YO PODAMOS LLENARNOS DE LO BUENO, SABROSO, VERDADERO, NOBLE Y JUSTO QUE DIOS NOS BRINDA CADA DÍA. RECUERDEN, EN LA CATEQUESIS EL PRIMER BENEFICIADO Y QUIEN MAS SE ENRIQUECE ES EL MISMO CATEQUISTA, SI ACEPTA Y COLOCA EN PRÁCTICA EN SU VIDA TODO LO APRENDIDO Y REFLEXIONADO EN CADA ENCUENTRO CATEQUÉTICO. QUE DIOS LES BENDIGA MIS HERMANOS CATEQUISTAS. PBRO. JUAN CARLOS GÓMEZ YANEZ.
LES RECUERDO QUE EL 05 DE NOVIEMBRE, A LAS 8:00AM, NOS ENCONTRAREMOS EN LA PARROQUIA SANTÍSIMO SALVADOR, PARA COMPARTIR LA HERMOSA EXPERIENCIA DE HACERNOS DISCÍPULOS DE CRISTO. MUCHAS GRACIAS. NO OLVIDEN COMENTAR, ETIQUETAR Y COMUNICAR ESTE MENSAJE A TODOS LOS CATEQUISTAS DE NUESTRA HERMOSA DIÓCESIS DE SAN CRISTÓBAL. BENDICIONES.!!!
LA SABIDURÍA DEL CATEQUISTA (VIII TEMA)
La sabiduría del catequista
En todo el país se encuentran catequistas con muchísima y profunda espiritualidad. Muchos de ellos, sencillas mujeres y hombres del pueblo, que enseñan con su testimonio y ejemplo la sabiduría de una vida enraizada en la palabra de Dios.
Feliz la persona que busca la Palabra
Este domingo la primera lectura nos llamará a buscar la sabiduría para llenar las lámparas de nuestras almas. «Feliz el que se dedica a la sabiduría y puede responder al que lo interroga; que hace suyos los caminos de la sabiduría y profundiza sus secretos; que sale a cazarla y acecha su paso; que mira a través de sus ventanas y escucha a su puerta; que instala su tienda al lado de su casa y clava las estacas en sus muros. Pone su tienda en manos de la sabiduría y se queda en esa feliz morada. Deja a sus hijos bajo su protección y se tiende al abrigo de sus ramas; lo protege del calor y él se instala en su gloria.» Eclo. (Sir.) 14, 20-27
La Palabra, cimiento de la vida del catequista
Este pequeño texto, escondido en uno de los libros sapienciales de la Biblia, nos ayuda a pensar en el alimento que nutre la vida de un catequista. El autor alaba a la persona que se dedica a la sabiduría, que para el pueblo de Israel estaba contenida en la Palabra de Dios. Ella brinda respuestas de vida y nos orienta para vivir el proyecto de Dios.
El texto invita a acercarse a la Palabra, a profundizar en su lectura, para descubrir significados siempre nuevos. ¡Quién puede decir «ya conozco la Palabra»! Si el mismo Dios nos sale al encuentro cada vez que la leemos con apertura de corazón y sencillez.
La Palabra nos ayuda a comprender la vida que vivimos, nos devuelve la mirada de Dios sobre las cosas, nos introduce en la voluntad del Padre. Por eso es vital para la vida de fe el contemplar la realidad desde su lectura y oración. La Palabra nos ayuda a discernir, nos permite conocer y adentrarnos en los misterios de Dios, siempre infinitamente Otro, cercano y compañero, pero también por descubrir, pura sorpresa y gratuidad.
El texto nos propone instalar nuestra existencia a su lado, abrigarnos a su amparo, permanecer en su presencia: «saborear» su compañía.
Para rumiar el texto y rezar la vida
La sabiduría del catequista
Dedícale un tiempo a la evaluación y discernimiento de tu tarea. A la luz del texto te invitamos a revisar tu espiritualidad de catequista:
- ¿Qué presencia tiene la Palabra de Dios en tu vida?
- ¿Haces tuyos sus caminos? ¿Cómo mejorar?
- ¿Contemplas la vida a través de sus ventanas...? ¿Te ayuda la lectura de la Palabra a conocer la voluntad de Dios en los tiempos que vivimos? ¿Te guía para interpretar la realidad que vivimos desde la mirada de Dios?
- ¿Dónde tienes instalada la carpa de tu existencia? ¿Dónde buscas amparo y protección en los momentos difíciles?
- Como catequista, ¿qué pasos puedes ir dando para dedicar más tiempo a la Palabra de Dios?
- Aprende a rumiar los textos y rezar la vida con la Palabra. Relee versículo por versículo la cita bíblica sugerida y aplícala a tu propia vida. ¿Qué aprendes? ¿Qué puedes comentarle a Dios? ¿A qué te puedes comprometer para crecer en la sabiduría que nace de la Biblia?
Escribe un propósito concreto en el que expreses un compromiso de crecimiento con relación a la Palabra de Dios en tu vida.
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