FIESTA DE SAN PÍO X
PATRONO DEL CATEQUISTA
MENSAJE DEL DÍA DEL CATEQUISTA 2013
A TODOS LOS CATEQUISTAS QUE ANUNCIAN AL PUEBLO
SANTO DE DIOS
EL EVANGELIO DE JESÚS EN LA IGLESIA DE SAN
CRISTOBAL
«RENOVARLO TODO EN CRISTO:
EUCARISTÍA Y PALABRA»
1.
Hoy la Iglesia Celebra la Memoria
de San Pío X, declarado patrono universal de los catequistas, y es una ocasión
bella para meditar a la luz del evangelio el Ministerio al cual hemos sido
escogidos para ser formadores de santos en nuestras comunidades.
2.
El Evangelio de hoy, según San
Mateo (19,30. 20,1-16), nos habla de algunas cosas importantes a la hora
de trabajar en la viña del Señor: “Muchos
de los primeros serán los últimos, y muchos de los últimos serán los primeros”,
es evidente que esta parábola se dirige tanto a los que se han esforzado por
vivir en medio de las virtudes desde el amanecer de sus vidas, como a aquellos
que han encontrado tarde, de alguna manera, su conversión. Por esta misma
razón, “trató con ellos un denario por
día y los envió a su viña”, el tratar con ellos un denario, es la forma que
el dueño de la viña utiliza para intentar preservarlos del orgullo y los reproches
al final de la jornada. Lamentablemente, la recriminación es inminente, y esto
sucede porque el Señor les indica “Quiero
dar a éste que llega último lo mismo que a ti”, dando una esperanza a los
tardíos de conversión para acercarse a su amor que es grande, infinito,
misericordioso, y sobre todo, igual para todos.
3.
La vida es una lucha constante con
sus dificultades inciertas, y pretendemos que esas dificultades sean nuestra
corona de gloria. Perdemos en muchas ocasiones nuestro tiempo y nuestro trabajo
intentando renovar todo por nuestras propias fuerzas. Por ello, el Papa Pío X en
su primera encíclica anunciaba que su meta primordial era la de "renovarlo
todo en Cristo: Eucaristía y Palabra" y, sin duda que con ese propósito en
mente, redactó y aprobó sus decretos sobre el sacramento de la Eucaristía. Así,
recomendaba la comunión diaria, si fuese posible; que se facilitara el suministro
de la comunión a los enfermos. También el Papa se preocupó por la Palabra,
puesto que instaba a la diaria lectura de la Sagrada Escritura. Estas
cuestiones fundamentales, deberían alentar nuestra reflexión acerca de nuestro
testimonio de vida en el ministerio.
4.
En este sentido, el Papa de la
nueva evangelización, Francisco, nos indica en su carta encíclica Lumen Fidei, que “La fe nace del
encuentro con el Dios vivo, que nos llama y nos revela su amor” (n. 4), y ese Dios está
vivo y presente con todo su amor en
la Palabra y Eucaristía a la cual
estamos
llamados
a recibir, vivir y comunicar cada día en este mundo que es su viña. Ese ha sido
el trato, o más bien, la misión que el Señor nos ha encomendado.
5.
Por eso, cuando faltamos a la
Eucaristía o a la reflexión de su Palabra por cualquier otra cosa que a su lado
carece de importancia, le estamos quitando algo a la fe universal, a nuestra
fe, y a la fe de aquellos que creen en Cristo y en su Iglesia a través de
nosotros, y eso mis queridos hermanos, como dice el Santo Padre: “es quitarle
algo a la verdad de la comunión” (n. 48). Esto requiere una reflexión más
profunda de nuestra parte, porque no son los adornos los que alimentan nuestra
fe y la fe de aquellos que debiéramos preparar para una vida cristiana y santa,
sino la renovación profunda de la vivencia de nuestro ministerio, un ministerio
que no puede llevarnos a olvidar los sufrimientos del mundo (cfr. n. 57), sino
que, teniéndolos presentes, ayudamos a suscitar valientes guerreros que comprendan
que estando con Cristo, todo es suficiente (cfr. Jueces 6, 12).
6.
En el marco de los 90 años de
nuestra amada Diócesis de San Cristóbal, hemos podido vivir como una
experiencia de gracia en nuestro ministerio, la celebración del II Congreso
Eucarístico – Catequético, un acontecimiento que ha marcado nuestras vidas no
sólo de manera histórica, sino que también nos ha permitido reunirnos para
compartir la fe, y con la ayuda de Dios y de este Congreso, hacerla crecer y
florecer como rosas plantadas en Jericó que nunca mueren. Hemos descubierto que
la Palabra y la Eucaristía son esa bella prolongación del Amor y Misericordia
de Dios en nuestras vidas (Cfr. Jr 31,3), por eso no podemos dejar de
celebrarla, vivirla, conocerla y compartirla con el mundo, de lo contrario,
estaremos acortando esa continuación de la Gracia divina en nuestras vidas y a
nuestro alrededor.
7.
Por último, a manera de reflexión
personal mi querida familia de catequistas, les quiero invitar a que juntos
asumamos este ministerio con compromisos concretos que nos ayuden a ser
formadores de santos. Oremos, meditemos la Palabra, Participemos activamente de
la riqueza de la Eucaristía, seamos punto de unión y jamás de división,
corrijámonos fraternalmente, apoyémonos unos a otros porque somos sus elegidos,
y muy por sobre todo, recordemos que hemos sido llamados por Dios para ser Luz,
y el que es luz, brilla donde sea, como sea y con quien sea.
8.
Encomendando nuestro ministerio
bajo la protección de nuestra Madre Santísima, María del Táchira, Nuestra
Señora de la Consolación, y de nuestro Santo Cristo de la Grita para que nos
bendiga y nos guarde siempre, les deseo un feliz día del Catequista, y que
nuestro testimonio sea esa renovación de todo, Dios les bendiga.
Pbro.
Juan Carlos Gómez Yanez
Su
hermano y compañero en el ministerio catequético.
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